Actualizados el miércoles 15/ENE/25

APUNTES DE CATECISMO

Iglesia Docente y Discente.

77       "Para que este Evangelio se conservara siempre vivo y entero en la Iglesia, los apóstoles nombraron como sucesores a los obispos, 'dejándoles su cargo en el magisterio'" (DV 7). En efecto, "la predicación apostólica, expresada de un modo especial en los libros sagrados, se ha de conservar por transmisión continua hasta el fin de los tiempos" (DV 8).

 

78       Esta transmisión viva, llevada a cabo en el Espíritu Santo es llamada la Tradición en cuanto distinta de la Sagrada Escritura, aunque estrechamente ligada a ella. Por ella, "la Iglesia con su enseñanza, su vida, su culto, conserva y transmite a todas las edades lo que es y lo que cree" (DV 8). "Las palabras de los Santos Padres atestiguan la presencia viva de esta Tradición, cuyas riquezas van pasando a la práctica y a la vida de la Iglesia que cree y ora" (DV 8).

 

79       Así, la comunicación que el Padre ha hecho de sí mismo por su Verbo en el Espíritu Santo sigue presente y activa en la Iglesia: "Dios, que habló en otros tiempos, sigue conservando siempre con la Esposa de su Hijo amado; así el Espíritu Santo, por quien la voz viva del Evangelio resuena en la Iglesia, y por ella en el mundo entero, va introduciendo a los fieles en la verdad plena y hace que habite en ellos intensamente la palabra de Cristo" (DV 8).

Comentario:

La Iglesia es Docente y Discente. Docente, porque enseña a los hombres la Verdad que hay que saber y vivir para salvarse; y Discente porque también va aprendiendo, con la ayuda del Espíritu Santo que la ilumina y le explica las Sagradas Escrituras. Por eso debemos tener un gran amor a la Iglesia Católica, pues Ella es una sociedad a la vez divina y humana. No hay sociedad superior a la Iglesia Católica, pues Ella tiene la misión de enseñar la Verdad a las gentes y de encaminarlas hacia el Cielo, diciéndoles lo que deben hacer para alcanzarlo. Por eso la Iglesia debe tener como fin la salvación de las almas. Por eso se equivocan quienes quieren hacer que la Iglesia se preocupe solo por las cuestiones sociales, pues esa no es su función, sino que lo es la salvación de los hombres, la lucha contra el Maligno.

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Aquí transcribo unas palabras del fallecido Obispo Manuel González, que nos hablan de la importancia del Catecismo:

"Decía yo en el año 33 en plena república laica: Al grito de moda oficial de "¡Nada de Catecismo!", que muchas veces se traduce en "¡Todo contra el Catecismo!", no creo que haya católico ni católica de veras, y, a fuer de tal, enterado y persuadido de lo que es y vale su Doctrina, que no oponga con todo su corazón el suyo de "¡Todo por el Catecismo!"

Nuestro deber y nuestra conciencia de católicos nos dicen que, no solamente hay que suplir el Catecismo que deja de enseñarse en las escuelas laicas oficiales, sino que hay que inundar a las almas de chicos y grandes con enseñanzas de Doctrina cristiana.

¿Quién, que quiera un poco, no más, a su Religión y a su Patria puede impasible ver venir generaciones, irreligiosas, sin temor ni esperanza, sin fe ni conciencia, sin ley de Dios ni freno de respeto a la Autoridad de los hombres que de Él viene?

Repito hoy en plena recristianización de España: hay que dar Catecismo a todos y mientras más mejor y en todas las formas que la conciencia, el celo y el ingenio dicten porque quedan muchos laicos y muchos emboscados, y la salvación completa no puede venir sino del Catecismo bien sabido y practicado."