(Sección especialmente dedicada a los Apóstoles de la Divina Misericordia)

Actualizado el jueves 15/FEB/24

Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,
"La Divina Misericordia en mi alma", con comentario

Volver del más allá

104  Quiero decir también que, aunque mi alma ya estaba bajo los rayos de su amor, no obstante, las huellas del suplicio soportado quedaron en mi cuerpo dos días más.  El rostro pálido como de una muerta y los ojos inyectados de sangre.  Solo Jesús sabe lo que sufrí.  Comparado con la realidad, es pálido lo que he escrito.  No sé expresarlo, me parece que he vuelto del mas allá.  Siento aversión a todo lo que esta creado.  Me abrazo al Corazón de Dios, como el niño recién nacido al pecho de su madre.  Miro todo con ojos distintos.  Estoy consciente de lo que el Señor ha hecho en mi alma con una palabra; de esto vivo.  El recuerdo del martirio sufrido me da escalofríos.  No hubiera creído que es posible sufrir tanto si yo misma no lo hubiera pasado.  Es un sufrimiento totalmente espiritual. 

Comentario: 

Dice Sor Faustina: “No sé expresarlo, me parece que he vuelto del más allá”. Y es así, es como volver del más allá, del fondo del abismo del infierno. Se siente un agradecimiento tan grande a Dios y a su Madre, pues si estamos vivos y hemos pasado la prueba es porque ha sido un acto de la misericordia de Dios que SIEMPRE se aplica a través de María, su Madre, por eso es la Madre de la Misericordia. ¡Qué ardor por la salvación de las almas se despierta en el que vivió esta experiencia! Ahora sí que comprende bien la palabra del Señor cuando dice que: “De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma”. Y es que el mundo parece nada y no vale nada cuando uno ha perdido a su Bien Infinito que es Dios.

Jesús, en Vos confío.

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