(Sección especialmente dedicada a los Apóstoles de la Divina Misericordia)

Actualizado el martes 5/AGO/25

Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,
"La Divina Misericordia en mi alma", con comentario

Dios con nosotros.  

109 Después de esos sufrimientos el alma se encuentra en gran pureza de espíritu y en una gran cercanía con Dios, aunque tengo que decir que durante los tormentos espirituales, ella está cerca de Dios, pero está ciega.  La mirada de su alma está envuelta en tinieblas y Dios está mas cerca de esta alma sufriente, pero todo el secreto está precisamente en que ella no lo sabe.  No sólo afirma que Dios la ha abandonado, sino que dice ser el objeto de su odio.  ¡Qué enfermedad tan grave de la vista del alma que deslumbrada por la luz de Dios, afirma que Él está ausente, mientras es tan fuerte que la ciega!  Sin embargo, conocí después que Dios está más cerca de ella en aquellos momentos que en cualquier otra circunstancia, ya que con la ayuda normal de la gracia no podría superar las pruebas.  La omnipotencia de Dios y una gracia extraordinaria operan aquí, porque al no ser así, sucumbiría bajo el primer golpe. 

110 Oh Divino Maestro, esto [es] solamente Tú obra en mi alma.  Tú, oh Señor, no temes poner al alma al borde de un abismo terrible, donde ella se asusta y tiene miedo y Tú vuelves a llamarla.  Estos son Tus misterios inconcebibles. 

Comentario: 

Dios con su omnipotencia puede llevar a un alma a estos precipicios. Es como que la toma de la mano y la hace pasar por un tremendo abismo, pero el alma no percibe esta compañía de Dios y cree que Dios la odia y la maldice. Dice Sor Faustina que en estos momentos es cuando Dios está más cerca del alma aunque ella no se da cuenta. ¡Cuántas veces nosotros también nos sentimos como abandonados por Dios, debido a un sufrimiento o a un vacío en nuestra alma! Pues bien, sepamos que en esos momentos es cuando el Señor está más cerca de nosotros. Hagamos el propósito de pensar siempre que Jesús y la Virgen caminan a nuestro lado y no nos dejan JAMÁS, pase lo que pase.

Jesús, en Vos confío.

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