Actualizado el viernes 24/ENE/25

Diario vivir

¿Arrancar la cizaña? 

En la vida de todos los días, al ver la maldad que hay en el mundo, nos puede venir la tentación de querer arrancar la cizaña. Pero ya el Señor nos ha dicho en el Evangelio que el bien y el mal, los buenos y los malos, deben convivir juntos hasta la siega, hasta la cosecha, que es el fin del mundo. Porque cuando las plantitas de trigo y cizaña son pequeñas, es fácil confundirlas; pero cuando crecen, es diferencian muy bien.

Así también en el mundo los buenos deberán hacerse cada vez más buenos, y los malos cada vez más malos, de modo que al final se sabrá bien claro quién es quién.

Aparte la existencia de los malos y del mal en el mundo, es una prueba para los buenos, que a través de esta prueba, es decir, de soportar a los malos y al mal, se hacen santos.

Judas también fue un malo en el grupo apostólico, pero Jesús no lo eliminó, sino que lo soportó y así aumentó el mérito del Señor, el mérito de los apóstoles al tener que soportarlo, y con ello también se confirmó la condena del traidor.

Recordemos cuando los apóstoles Santiago y Juan quieren hacer descender fuego del cielo sobre los hombres que no habían dado alojamiento al Señor en una ciudad. Y Jesús los reprendió severamente. También nosotros muchas veces queremos hacer llover fuego del cielo sobre los malos. Pero no hagamos así, sino tengamos paciencia, recemos por todos, también por los malos, que el Señor al final hará justicia. Y mientras tanto aprovechemos las contrariedades de la vida para tener más paciencia, para hacernos más santos. De esa forma seremos hijos de Dios.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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"Porque aquel que se salva sabe, y el que no, no sabe nada."