Actualizado el miércoles 10/JUL/24

Evangelio explicado

Mt 9, 32-34.  

Curación de un mudo. 

Cuando ellos hubieron salido, le presentaron un mudo endemoniado. Y echado el demonio, habló el mudo, y las multitudes, llenas de admiración, se pusieron a decir: “Jamás se ha visto cosa parecida en Israel”. Pero los fariseos decían: “Por obra del príncipe de los demonios lanza a los demonios”. 

Comentario: 

Los milagros que hace Jesús, si bien los hace para favorecer a las personas, también es para darnos un signo para todas las generaciones. Y hoy vemos en la curación de este mudo, liberado de las fuerzas del mal, lo que nos puede estar ocurriendo a nosotros, que no hablamos de Cristo y del Evangelio porque tenemos respeto humano, y en definitiva porque el demonio tiene como atada nuestra lengua para que no evangelicemos.

Es ya tiempo de pedirle al Señor que eche al demonio de nuestra vida y nos dé la virtud de proclamar a todos la Buena Noticia de la salvación.

Y ojalá que cuando comencemos a hablar, a predicar, las multitudes también alaben a Dios por las cosas maravillosas que decimos, porque en realidad no es que hablaremos nosotros sino el Espíritu de Dios hablará en nosotros.

Siempre que leamos el Evangelio busquemos el sentido espiritual y qué es lo que el Señor nos quiere decir a nosotros, hombres de estos tiempos actuales, porque el Evangelio nunca pasa de moda y siempre es Palabra viva y operante, que si la dejamos actuar en nuestro corazón, producirá un cambio radical en nosotros y nos haremos cada vez más buenos.

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