Actualizado el miércoles 21/AGO/24

Imitando a Jesús y a María

Cumplir el deber. 

Jesús y María cumplieron su deber. Hagamos nosotros lo mismo, cumplamos nuestro deber. ¿Y cuál es nuestro deber? Ser buenos hijos de Dios, cumpliendo los Diez Mandamientos, rezando, trabajando, estudiando y nuestros propios deberes de estado como padres, hijos, esposos, amigos, parientes, jefes, empleados, etc.

Jesús ya lo da a entender en la parábola del fin de los tiempos. Él dice que Dios pagará muy bien cuando vuelva de la boda y encuentre al mayordomo haciendo lo que debe hacer.

Porque no se trata de hacer mucho o poco, cosas grandes o pequeñas, sino en hacer lo que debemos hacer y no otra cosa.

Y para ello tenemos que ser más diligentes a las inspiraciones del Espíritu Santo y de nuestro Ángel Custodio, que nos van como indicando a cada momento qué es lo que hay que hacer.

Y cuando el deber sea especialmente penoso o difícil, tanto más debemos esforzarnos en cumplirlo, porque tendrá tanto mérito como un verdadero martirio.

El mundo de hoy no quiere cumplir su deber, y los hombres tratan de buscar excusas para hacer lo que se les da la gana. Pero esto no es lo que Jesús ha enseñado.

Imitemos al Señor y a su Madre, que no huyeron ante la prueba, sino que la enfrentaron con coraje y confianza.

Jesús, María, os amo, salvad las almas

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En esta sección, creada el 11 de Julio de 2011, memoria de San Benito abad, iremos repasando todas las virtudes de Jesús y de María, para imitarlas y ser santos.