Obediencia.
El mundo de hoy tiene alergia a la obediencia. Nadie quiere obedecer. Y esto es una señal de que este mundo está en poder del Maligno, el primer desobediente de la historia.
En cambio Jesús y María fueron los grandes Obedientes, incluso hasta sacrificar lo más sagrado de Ellos, para obedecer a Dios en todo.
Y nosotros, si queremos imitar a Jesús y a María, tenemos que trabajar por ser cada vez más obedientes, a las autoridades legítimas, siempre que éstas no manden lo que es pecado, y también a las mociones del Espíritu Santo y de nuestro Ángel Custodio en nuestra alma, ya que el que es fiel en lo poco también lo será en lo mucho, y si no obedecemos en las cosas pequeñas, tampoco obedeceremos en las importantes.
Jesús incluso obedeció a sus inferiores, por ejemplo cuando los verdugos le dijeron que se acostara sobre la cruz, que extendiera las manos, etc.
¡Qué bueno es Jesús! Y por ser el Obediente se hizo causa de salvación para muchísimos hombres. También nosotros, si obedecemos a Dios, Dios hará maravillas en nuestra vida y nos utilizará como asombrosos instrumentos para salvar almas. Y en el Cielo nos maravillaremos de todo lo que pudimos hacer por haber sido dóciles instrumentos en las manos de Dios.
Jesús, María, os amo, salvad las almas
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En esta sección, creada el 11 de Julio de 2011, memoria de San Benito abad, iremos repasando todas las virtudes de Jesús y de María, para imitarlas y ser santos.