Actualizado el viernes 2/MAY/14
Una reflexión
Acudir primero a María.
Cuando estamos en problemas y las cosas se nos complican, en general tendemos a invocar a los santos y a los ángeles de nuestra devoción, y eso está bien, pero nos olvidamos de invocar a la Reina de los Santos y de los Ángeles, que tiene el poder suficiente como para socorrernos inmediatamente.
No debemos olvidar que la Virgen es la Omnipotencia Suplicante, es decir, que todo lo que pide a Dios, lo obtiene infaliblemente.
También debemos recordar que todo lo que Dios es y puede por naturaleza, María Santísima también lo es y lo puede por gracia. Así que no hay persona más cercana a Dios que la Virgen, y no hay persona más cercana a nosotros que la Virgen, por eso tenemos que aprovechar a llamarla en nuestra ayuda para que haga las veces de intermediaria entre nosotros y Dios.
Hagamos la prueba a partir de ahora, y cuando nos encontremos en medio de un problema o una situación dificultosa, e incluso desesperante, invoquemos a María, y veremos cómo Ella arregla nuestros asuntos a la manera de la mejor de las Madres.
Confiemos en María, que Ella hará TODO por nosotros y por los nuestros, nos evitará los castigos de Dios, y nos socorrerá y aliviará en todos nuestros problemas y temores.
Entonces, hagamos el propósito, a partir de ahora mismo, de acudir primero de todo a la Virgen, cuando estemos angustiados o tristes, ¡y la felicidad volverá muy pronto a nuestras vidas y a las vidas de quienes amamos!