Una Madre que los ama.
Misión de los Caballeros de la Purísima es llevar a los hombres que sufren, la certeza de que en el Cielo hay una Madre que los ama.
Así como Dios ama a todos los hombres, también María ama a todos, y esta buena noticia debemos difundirla especialmente entre los que están más abandonados, entre los más pecadores. Porque muchos son así porque nadie les ha dado amor y creen que nadie los ama. En cambio cuando se enteran de que Dios y María los aman, muchas veces cambian sus actitudes y se convierten.
María quiere utilizarnos como instrumentos de su amor, así que nada de desprecios a ninguno, y siempre dispuestos a decirles a los hombres qué grande es el amor de María hacia ellos. Y si son pecadores, tenemos que decirles que María igual los ama; que es un amor doloroso, pero siempre amor, y nunca venganza o desprecio.
Haciendo así estaremos abriendo una puerta a la salvación de esas almas que, en el momento oportuno o a la hora de la muerte, se volverán hacia Aquella de quien le hemos hablado, y con confianza se arrojarán en sus brazos maternales, salvándose para toda la eternidad.
¡Ave María Purísima!
¡Sin pecado concebida!
Si desea ser Caballero de la Purísima y recibir estos mensajes por email, suscríbase haciendo CLIC AQUÍ