(Sección especialmente dedicada para el Grupo JÓVENES HÉROES)
Consagración a la Virgen.
Si el conservar la pureza es una lucha de toda la vida, en la edad de la juventud esta lucha se hace encarnizada, y es necesario que los jóvenes tengan armas para defenderse.
Hoy hablaremos de un arma, o más bien un gran escudo, para conservarse puros, y es la devoción a María Santísima, más exactamente la consagración a Ella, a su Corazón Inmaculado.
Hagamos que los jóvenes elijan un día de fiesta mariana, y de ser posible que se preparen unos días antes con meditaciones y oración, y llegado el día elegido, dirán la oración de consagración a María. Entonces verán cómo las tentaciones contra la pureza se hacen más fáciles de vencer.
Una oración muy sencilla con la que los jóvenes se pueden consagrar a María, es la que Ella misma enseñara en San Nicolás, Argentina, y es la siguiente:
“¡Oh Madre! Quiero Consagrarme a Ti.
Virgen María hoy Consagro mi vida a Ti.
Siento necesidad constante de tu presencia en mi vida,
para que me protejas, me guíes y me consueles.
Sé que en Ti mi alma encontrará reposo
y la angustia en mí no entrará,
mi derrota se convertirá en victoria,
mi fatiga en Ti fortaleza es. Amén”.
Invitemos a los jóvenes a que abracen la devoción a María, que se entreguen a Ella, y entonces ganaremos mucho en su formación y adelantamiento, porque la Virgen no deja que se pierda nada de lo que se le ofrece.
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