(Sección especialmente dedicada para los Apóstoles del Rosario)
Padre del Cielo.
“Padre nuestro”: el más tierno de todos los padres, omnipotente en la creación, admirable en la conservación de las creaturas, sumamente amable en su providencia e infinitamente bueno en la obra de la redención. ¡Dios es nuestro Padre! Entonces, todos somos hermanos y el cielo es nuestra patria y nuestra herencia. ¿No bastará esto para inspirarnos, a la vez, amor a Dios y al prójimo y desapego de todas las cosas de la tierra?
(El Secreto Admirable del Santísimo Rosario, San Luis M. Grignion de Montfort)
Comentario:
Cuando rezamos los Padrenuestros del Rosario, nos ponemos en las manos amorosas del Padre eterno y nos acurrucamos en sus brazos poderosos como los niñitos en los brazos de sus papás.
Y es que Dios es Padre, y como tal cuida de nosotros, tanto más cuanto más le rezamos el Rosario, ya que Él está dispuesto a darnos muchísimas gracias, pero a condición de que se las pidamos en la oración.
Si lo único que pudiéramos decir en nuestra oración fuera solamente estas dos palabras: “Padre nuestro”, ya estaríamos rezando y bien, puesto que aquí está concentrado el amor a Dios y al prójimo, a quien consideramos hermano, sin tener en cuenta raza o religión, pues todos los hombres somos hermanos, hijos de un mismo Padre Celestial que nos ha creado a todos.
Recemos muchas veces el Rosario, porque no hay oración más agradable a la Santísima Trinidad y a la Virgen, ya que en el Rosario está el resumen de TODO lo que debemos hacer, creer y rezar.
Presentación en Power Point para rezar el Santo Rosario: clic aquí
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