Dijo Jesús a
Sor Faustina:
“Prometo
que el alma que venere esta imagen no perecerá. Prometo ya aquí en la tierra
la victoria sobre los enemigos: sobre todo a la hora de la muerte. Yo mismo la
defenderé como a mi Gloria. Ofrezco a los hombres
un
recipiente con el que han de venir
a la fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese
recipiente es esta imagen con la firma: Jesús, en Vos confío”.
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