Actualizado el martes 29/OCT/24
Contra los accidentes.
Querido Ángel Custodio mío, sé muy bien que Satanás y todos sus demonios son los causantes de los accidentes que hay en el mundo, las desgracias y todas las calamidades. Por eso te ruego que me defiendas de los peligros que el Maligno pone en mi camino y en el camino de mis seres queridos, porque si alguno de los míos sufre algún accidente, yo también sufro. Por eso te ruego, Ángel mío, que protejas a mis seres queridos y a mí de todo mal.
Sé que mis parientes y amigos tienen cada uno de ellos a su Ángel de la Guarda. Pero son tan pocos los que los invocan, que por eso te ruego yo a ti que, además de protegerme a mí, te comuniques con los ángeles de la guarda de mis seres queridos para que los protejan, porque bien sé que es inútil tener cada uno un ángel, si luego no lo invocamos. Por eso yo quiero invocarte, y a su vez invocar por medio de ti a todos los ángeles custodios de mis amigos y parientes, para que estén protegidos de todo mal y de todo accidente.
Ángel mío, dame la gracia de serte obediente siempre, y estar dispuesto a perder la vida y los bienes, antes que ofenderte a ti y a Dios.
¡Un abrazo fuerte, querido Ángel, y protégeme siempre según tu amor por mí!
Todos los días debemos tener por lo menos unos quince minutos de trato personal con nuestro Ángel Custodio.
Es por eso que hoy, martes 7 de julio de 2009, comienzo a publicar estos sencillos textos que tratarán de ser una ayuda en la conversación que mantendremos con nuestro Ángel Custodio esos quince minutos diarios.
Con esta práctica nos acostumbraremos a hablar con nuestro Ángel de la Guarda y con el paso del tiempo nuestro hablar con él se hará muy frecuente y lleno de confianza.
¡Ojalá estos textos den sus frutos y que cada vez confiemos más en nuestro Ángel Custodio que Dios ha puesto a nuestro lado para protección y ayuda!
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