Actualizado el domingo 18/MAY/25

Quince minutos con María

Protégeme del mal.

María, Madre mía, protégeme de todo mal, porque vivo entre peligros, especialmente entre peligros del alma, pues Satanás anda a nuestro alrededor buscando a quien devorar, y no siempre estoy atento a la voz de la gracia. Piedad de mí, Madre querida, ampárame bajo tu manto de cielo y defiéndeme del enemigo infernal. Pero también te pido protección contra las enfermedades y desgracias. Ten misericordia de mí y aleja de mí toda maldad. Dame la fortaleza para ser buen cristiano y amarte con todo mi corazón, porque sé que amándote estoy seguro de alcanzar el Cielo. María, tómame como a tu niño más pequeño e indefenso y llévame en tus brazos maternales, pues no sé caminar solo y necesito constantemente de tu gran amor. Dame la gracia de ser cada día más agradable a tu divino Hijo Jesús y que siempre rece tu Rosario, la oración por la que tienes tanta predilección y por la que concedes tan innumerable cantidad de gracias y dones. Te amo, Madre querida.


Así como todos los días debemos tener por lo menos unos quince minutos de oración personal con Jesús, de ser posible frente al Santísimo Sacramento; así también es necesario que empleemos por lo menos quince minutos de nuestro día a tratar con nuestra dulcísima Madre la Virgen, de ser posible frente a una de sus imágenes benditas.

Es por eso que hoy, 25 de marzo de 2009, comienzo a publicar estos sencillos textos que tratarán de ser una ayuda en la conversación que mantendremos con Nuestra Señora durante esos quince minutos diarios.

Con esta práctica nos acostumbraremos a hablar con María y con el paso del tiempo nuestro hablar con Ella se hará ininterrumpido.

¡Ojalá estos textos den sus frutos y que cada vez amemos más a nuestra Madre del Cielo!

¡Ave María Purísima!

¡Sin pecado concebida! 

 

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