Fe del santo Patriarca.
Después de estos acontecimientos habló Yahvé a Abram en una visión, diciendo: “No temas, Abram; Yo soy tu escudo, tu recompensa sobremanera grande.” Respondió Abram: “Adonai, Yahvé, ¿qué me vas a dar, si me voy sin hijo, y el heredero de mi casa será este damasceno Eliéser?” Y repitió Abram: “Aquí me tienes, no me has dado descendencia, y así es que un hombre de mi casa me ha de heredar.” Mas he aquí que Yahvé le habló, diciendo: “No te heredará éste, sino que uno que saldrá de tus entrañas, ése te ha de heredar.” Y le sacó fuera, y dijo: “Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas”, y le agregó: “Así será tu descendencia.” Y creyó a Yahvé, el cual se lo reputó por justicia. (Génesis 15, 1-6)
Reflexión:
Abraham es padre del pueblo judío, pero es también padre espiritual de todos los cristianos, porque Cristo es la descendencia de Abraham por la que se bendijeron todas las razas de la tierra, y Cristo nos ha dado la vida del alma, trayendo la gracia santificante para los hombres que la habían perdido por el pecado original y los demás pecados.
Abraham es el ejemplo de fe, y nosotros los católicos debemos aumentar en la fe, porque si bien es cierto que el hombre no solo se salva por la fe, sino también por las obras; también hay que decir que las obras sin la fe, no valen de nada. Debemos creer en Dios y obrar en todo como Él nos pide, y así entonces seremos hijos de Dios.
Abraham tuvo confianza en el Señor, y nosotros debemos imitarlo, a pesar de todas las apariencias que nos quieren hacer dudar de la bondad y poder de Dios.
También María Santísima tuvo una gran fe, porque creyó al Ángel Gabriel lo que éste le anunciaba de parte de Dios, y por su fe mereció ante el Altísimo.
Sin la fe es imposible agradar a Dios. Por eso en estos tiempos el dragón rojo, el ateísmo marxista, ataca la fe de los cristianos y de los pueblos en general, porque sabe que de esa forma roba almas a Dios. Pero viene en auxilio de los hombres la Santísima Virgen, la Mujer vestida de Sol del Apocalipsis, que combate contra el dragón infernal y al fin lo vencerá.
Si desea recibir esta Reflexión en su correo electrónico, por
favor
SUSCRÍBASE AQUÍ