Condena mayor.
La Biblia nos dice que sobre la mujer pesa una condena mayor, porque Eva comenzó el pecado sola, y luego indujo a Adán al pecado; y es por ello que en el Antiguo Testamento a la mujer se le da un trato relegado. Pero Jesús, que sabía que si bien por una mujer entró el pecado, por Otra Mujer, María Santísima, llegaría la Gracia, Jesucristo, que fue quien dio a la mujer el papel relevante que tiene en el Nuevo Testamento.
Por eso no hay que ocultar la verdad y debemos decir las cosas como son, porque engañando no hacemos el bien, sino que el bien se hace cuando se dice la verdad completa.
Si Jesús no eligió a mujeres para sacerdotes, es porque no quiere que haya mujeres sacerdotisas. ¡Y eso que el Señor fue quien más ensalzó a la mujer! Pero las cosas llevan un orden, y el mundo de hoy quiere confundirlo todo, trastocar la naturaleza y el orden, porque sabemos que detrás de los que buscan este desorden no está otro que Satanás, quien es el amo de este mundo, y que busca por todos los medios corromper y llevar el caos a todas partes.
Pensemos en la Virgen, que por ser mujer, tuvo que padecer tanto puesto que la mayor condena pesaba sobre la mujer, y que esto nos sirva para admirarla, y admirar así también a las mujeres que hoy en día siguen el ejemplo de la Virgen.
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