Actualizada el domingo 23/MAR/14
Catecismo mariano
Refugio de los pecadores.
En el Antiguo Testamento se cuenta de que en esos tiempos había ciudades de refugio para quien cometía algún crimen, para no ser alcanzado por la venganza. Y podemos decir sin temor a equivocarnos que esas ciudades refugio eran prefiguración de la Santísima Virgen, en quien los pecadores encuentran asilo seguro para huir de la Venganza divina y humana.
Efectivamente la Virgen es refugio de quien ha cometido pecados, y es Ella la que lo lleva, pacientemente, a la reconciliación con Dios.
El Señor ha querido crear a María para que use de misericordia con los hombres, especialmente con los pobres pecadores. Así que no desconfiemos de nuestra salvación eterna, aunque hayamos cometido muchos crímenes, porque si corremos al refugio seguro que es María Santísima, entonces antes o después obtendremos el perdón de Dios y la benevolencia de los hombres.
Quien encuentra a María ha encontrado la Vida, porque en Ella está escondido Jesucristo, Vida del alma, y María es como el paraíso terrenal donde los hombres tenemos un refugio para resguardarnos en tiempos difíciles.
La Virgen en estos tiempos nos invita a todos a entrar lo más pronto posible en su Corazón Inmaculado, consagrándonos a él, para ser defendidos de las desgracias que están abatiéndose sobre el mundo.