48. ¿Cómo expresa la Iglesia su fe trinitaria?
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La Iglesia expresa su fe trinitaria confesando un solo Dios en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las tres divinas Personas son un solo Dios porque cada una de ellas es idéntica a la plenitud de la única e indivisible naturaleza divina. Las tres son realmente distintas entre sí, por sus relaciones recíprocas: el Padre engendra al Hijo, el Hijo es engendrado por el Padre, el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo.
(Del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica)
Comentario:
No pretendamos entender con nuestra pobre cabecita el misterio de la Santísima Trinidad.
Una tentación muy común en nuestros días es querer entenderlo y penetrarlo todo, como si la razón humana fuera omnipotente. Pero las cosas de Dios y sus misterios, trascienden infinitamente nuestra razón, y por eso debemos creer en ellos, tratando de entender algo, pero sin la osadía de querer entenderlo todo, porque caeremos en el error y en la herejía.
Dios es muy Bueno y nos considera sus amigos, porque siendo que Él es libre y no necesita nada de nadie, igualmente quiso revelarnos su intimidad, diciéndonos que Él es Único, pero en Tres Personas. Y esto es un secreto íntimo de Dios que nos ha querido revelar a los hombres. Por ello debemos agradecérselo y aceptar con veneración este misterio.
Nuestro amor debe ir a cada una de las Tres Personas. No dividamos lo que está unido. Dirijámonos frecuentemente a cada una de las Personas divinas con el mismo amor.
¡Alabado sea Dios!
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Aquí transcribo unas palabras del fallecido Obispo Manuel González, que nos hablan de la importancia del Catecismo:
"Decía yo en el año 33 en plena república laica: Al grito de moda oficial de "¡Nada de Catecismo!", que muchas veces se traduce en "¡Todo contra el Catecismo!", no creo que haya católico ni católica de veras, y, a fuer de tal, enterado y persuadido de lo que es y vale su Doctrina, que no oponga con todo su corazón el suyo de "¡Todo por el Catecismo!"
Nuestro deber y nuestra conciencia de católicos nos dicen que, no solamente hay que suplir el Catecismo que deja de enseñarse en las escuelas laicas oficiales, sino que hay que inundar a las almas de chicos y grandes con enseñanzas de Doctrina cristiana.
¿Quién, que quiera un poco, no más, a su Religión y a su Patria puede impasible ver venir generaciones, irreligiosas, sin temor ni esperanza, sin fe ni conciencia, sin ley de Dios ni freno de respeto a la Autoridad de los hombres que de Él viene?
Repito hoy en plena recristianización de España: hay que dar Catecismo a todos y mientras más mejor y en todas las formas que la conciencia, el celo y el ingenio dicten porque quedan muchos laicos y muchos emboscados, y la salvación completa no puede venir sino del Catecismo bien sabido y practicado."