Actualizada el sábado 10/MAY/14 (Segunda entrega)

Meditando un mensaje de María

La oración nos hace felices.

12-9-1983: "¡Orad! Cuando os doy este mensaje no os contentéis con sólo escucharlo. Aumentad la oración y ved lo felices que os hace... Todas las gracias están a vuestra disposición. Todo lo que tenéis que hacer es merecerlas. Para poder hacer eso, ¡orad!" 

(Mensaje de la Reina de la Paz, Medjugorje) 

Comentario: 

Así como el Señor Jesús, al ser preguntado por los primeros discípulos dónde vía, les respondió: “Vengan y lo verán”, dando a entender con ello que la vida cristiana no es un código de mandatos y normas, sino más bien una forma de vivir, y que hay que empezar a caminar para ir conociéndolo; así también podemos decir de la oración, que no se gusta hasta que uno no se habitúa a orar todos los días.

La oración es un descanso para el alma, no una tortura o algo que debemos hacer obligadamente. Si nos sucede esto, es que estamos rezando mal, porque la oración es un diálogo con Dios y con la Virgen, a quienes amamos pero, que sabemos sobre todo que nos aman infinitamente.

Lo que sucede a veces es que nuestra oración es un monólogo y no somos conscientes de que estamos en presencia de Dios y de María, que nos aman tiernamente, y están dispuestos a escucharnos en todo y satisfacer todas nuestras necesidades.

Empecemos a rezar más, y veremos, como aquí lo afirma la Virgen, lo felices que nos hace la oración. Y no sólo porque nos consolará el alma y el corazón, sino porque recibiremos muchos dones, incluso materiales, que nos harán felices en este mundo y en el futuro.

Si rezamos, además, mantendremos alejado al diablo, que es el que quiere entristecernos y amargarnos la vida. Defendámonos de él y de sus maldades y astucias con la oración y seremos felices.

Si desea recibir estos mensajes por email, por favor suscríbase aquí