VI
MENSAJES ACERCA DE LA REPARACIÓN
Los mensajes en este capítulo se refieren a Hungría, aunque sean provechosos para todo el mundo. La esencia de estos mensajes es: “¡Hagan reparación! ¡Hagan penitencia!” Jesús y María no solamente desean que Hungría haga penitencia, sino también el mundo entero.
Lo que Jesús pide por medio de Sor Natalia se encuentra en la Biblia. No obstante, hay algo nuevo: Jesús pide un “movimiento de reparación mundial” empezando por Hungría. ¿Por qué Hungría? Porque la Virgen ve a Hungría como su heredad.
Dice la Santísima Virgen (1940)
–El rey san Esteban recibió el país del Padre celestial, poco después de que murió su hijo san Emerico (heredero al trono), me entregó a mí el país en 1038. Yo acepté este legado. Me han sido dedicados otros países, pero sólo este país es mi herencia. A lo largo de su historia esta nación ha sufrido mucho pero nunca será aniquilada.
Dice Jesús
–Deseo perdonar al país de mi Madre, si encuentro suficiente número de almas reparadoras. Tengo mis planes para esta nación. Hagan penitencia y reparación, de manera que Yo no me vea forzado a aniquilar este país. Deseo perdonarlo. Quiero que el dulce aroma de reparación surja de este país y se eleve hasta mi Corazón. Esto debe empezar en Hungría y extenderse a todo el mundo. Quiero purificar el país de mi Madre, quiero bendecirlo y abrazarlo con mi Corazón.
–Si el pueblo húngaro deja de ofenderme, deja de pecar sobre todo contra la pureza, deja de blasfemar; si pronuncian el nombre de mi Madre con reverencia, si se arrepiente y hace penitencia, entonces Yo vendré y derramaré mis gracias con abundancia. Así como en el pesebre de Belén empezó la obra de la redención, de la misma manera empezará en Hungría mi gran obra, mi victoria, la destrucción del pecado, la santificación de las almas y la derrota de Satanás. ¡Yo favorezco al pueblo húngaro porque ellos aman y aprecian a mi Madre Inmaculada!
Lea o descargue el libro completo