Dios no me puede perdonar
A veces nos parece que hemos cometido tantos y tan graves pecados, que Dios no nos puede perdonar y que estamos irremediablemente condenados al Infierno, perdidos para siempre.
Esta es una gran tentación que nos pone el demonio para hacernos desesperar de la bondad y el amor de Dios, haciendo que juzguemos a Dios con nuestra propia medida.
Es más grave el desconfiar del perdón de Dios, que los pecados que hemos cometido. Y Satanás sabe esto, por eso, después de incitarnos al pecado y hacernos caer en él, nos quiere llevar a la desconfianza en la Misericordia divina.
Sepamos de una vez por todas que Dios perdona TODO al que se arrepiente del mal hecho, porque Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.
Aunque hayamos cometido los pecados y crímenes más horrendos y perversos, si nos arrepentimos, Dios nos perdona, porque su Misericordia es infinita y tanto más actúa cuando más miserias tiene para consumir.
Simplemente vayamos a confesarnos con un sacerdote católico, que tiene de Cristo el poder de perdonar pecados, y abrámosle nuestro corazón. Y al recibir la absolución sacramental del perdón, la alegría y la paz volverán a nuestra alma.
