Mensajes de la Reina de la Paz

La Reina de la Paz nos dice:

Jueves 17 de MAYO de1984. Consagración a María.

"Queridos hijos, hoy Yo estoy muy feliz porque hay muchos que desean consagrarse a mí. ¡Yo os lo agradezco! Vosotros no os estáis equivocando. Mi Hijo, Jesucristo, desea otorgaros gracias especiales a vosotros a través de mí. Mi Hijo está feliz a causa de vuestra consagración.¡Gracias por haber respondido a mi llamada!"

Jueves 27 de NOVIEMBRE de 1986.  Consagración a María.

"Queridos hijos, hoy también, os invito a consagrar vuestras vidas a Mí con amor para que Yo pueda guiaros con amor. Yo os amo con un amor especial, queridos hijitos, y quiero traeros al Cielo con Dios. Yo quiero que comprendáis que esta vida es muy corta en comparación con la del Cielo. Por tanto, queridos hijitos, decidiros hoy de nuevo por Dios. Sólo de esta manera puedo mostraros lo mucho que sois amados por mí y cuánto deseo que todos vosotros seáis salvados y estéis conmigo en el Cielo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!"

Martes 25 de OCTUBRE de 1988.  Consagrarse a Jesús y al Corazón Inmaculado de María.

"Queridos hijos, mi llamada para que viváis los mensajes que os doy, es diaria, especialmente, hijitos, porque Yo quiero llevaros más cerca del Corazón de Jesús. Por tanto, hijitos, os invito hoy a la oración de Consagración a Jesús, mi querido Hijo, para que cada uno de vuestros corazones pueda ser Suyo. Y entonces Yo os invito a la Consagración a mi Inmaculado Corazón. Yo quiero que os consagréis como personas, familias, y parroquias para que todos pertenezcáis a Dios a través de mis manos. Por tanto, hijitos, orad para que podáis comprender la grandeza de este mensaje que os doy. Yo no quiero nada para mí misma, sino todo para la salvación de vuestras almas. Satanás es fuerte y, por tanto, vosotros, hijitos, mediante la oración constante, abrazaos estrechamente a mi Corazón maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!"

Sábado 25 de ABRIL de 1992. Sólo con oración y ayuno se puede detener la guerra.

"Queridos hijos, también hoy os invito a la oración. Sólo con la oración y el ayuno se puede detener la guerra. Por eso, Mis queridos hijitos, orad y dad testimonio por medio de vuestras vidas de que sois míos, porque en estos tiempos turbulentos Satanás desea seducir a tantas almas como le sea posible. Por eso os invito a decidiros por Dios, y El os protegerá y os mostrará lo que debéis hacer y el camino que debéis tomar. Yo invito a todos aquellos que me han dicho 'SÍ' a Mí, que renueven su consagración a Jesús y a Su Corazón y a Mí, a fin de que nosotros podamos usarlos más intensamente como instrumentos de la paz en este mundo sin paz. Medjugorje es para todos vosotros un signo y una llamada a orar y a vivir los días de gracia que Dios os está dando. Por eso, queridos hijos, aceptad con seriedad esta llamada a la oración. Yo estoy con vosotros y vuestros sufrimientos son también los Míos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!" Al grupo de oración, reunidos en un subterráneo por un bombardeo, Nuestra Señora los invitó a perseverar en la oración para vencer el mal, Y repitió que la guerra  puede detenerse con el ayuno y la oración.

Jueves 25 de MAYO de 1995. Ayudar con la oración a que se acerquen  más corazones al Corazón Inmaculado de María.

"Queridos hijos, Yo os invito, hijitos, a que me ayudéis, por medio de vuestras oraciones, a fin de que tantos corazones como sea posible se acerquen a mi Corazón Inmaculado. Satanás es fuerte y con todas sus fuerzas quiere acercar, a tanta gente como le sea posible, a Él y al pecado. Por eso es por lo que  merodea para atrapar más a cada momento. Os ruego, hijitos, que oréis y me ayudéis a ayudaros. Yo soy vuestra  Madre, y os amo y por eso deseo ayudaros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!"

Sábado 25 de octubre de 2003 Consagrados a su corazón.

"Queridos hijos, os llamo de nuevo a consagraros a mi corazón y al corazón de mi Hijo Jesús. Deseo, hijitos, llevaros a todos por el camino de la conversión y de la santidad. Únicamente así, a través de vosotros, podemos llevar muchísimas almas por el camino de la salvación. No tardéis, hijitos, sino decid con todo vuestro corazón: deseo ayudar a Jesús y a María para que muchísimos hermanos y hermanas conozcan el camino de la santidad. Así os sentiréis complacidos de ser amigos de Jesús. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!"