PORTADA

Bienaventuranzas

Escuchar la Palabra de Dios y practicarla

Dios: Fuente de felicidad y de todo bien

Cielo: Felicidad eterna

Aceptar la voluntad de Dios

Estar contento

Confiar en Dios

Creer
Amar
Servir

Rezar

No pensar en el pasado
No temer al futuro
Vivir el momento presente
Hacer cada cosa en su momento

Satanás: fuente de infelicidad y de todo mal

¿Qué dicen los Santos?

Satanás: fuente de infelicidad y de todo mal

Era el ángel más hermoso, feliz y potente del Paraíso, pero por soberbia vino a ser el demonio más horrible y desgraciado, fuente y origen de toda infelicidad y desgracia.

Quien impide nuestra felicidad es el demonio, porque con sus trampas trata de amargarnos la vida a nosotros y a todo el mundo. Lo hizo con Jesús en el Huerto de los Olivos, hasta hacerlo sudar sangre, ¿no lo hará también con nosotros?

Tenemos que saber que todo el mal que hay en el mundo, viene de Satanás, porque él mismo es el Mal y la fuente de todo mal. Así que si vemos que alguien sufre o tiene una desgracia, pensemos que su origen es el demonio, y acertaremos.

Hay que saber estas cosas para entender por qué los hombres -y en especial los cristianos- tenemos que sufrir tantas penalidades. Es Satanás el Torturador de cuerpos y almas, el causante de desgracias individuales, familiares, sociales, nacionales y mundiales.

Sabiendo cuál es el origen de nuestro sufrimiento, estaremos mejor dispuestos a enfrentarlo y a sobrellevarlo, sabiendo que la paciencia en las contrariedades nos obtienen un puesto de gloria en el Cielo.

Debemos defendernos del demonio con las armas que nos ha dejado el Señor, que son la oración y la penitencia. También la Iglesia nos da los medios para vencerlo, o al menos disminuir su influencia y su poder sobre nosotros y sobre los demás, y estos medios son los sacramentos, y también los sacramentales, es decir, el agua bendita, las medallas, los escapularios, los exorcismos en privado, las oraciones de liberación y sanación, etc.

Suscribirse para recibir mensajes e información - CLIC AQUÍ