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A causa de las manipulaciones del demonio, sufrí mucho pensando que me condenaría. Después de largos sufrimientos, Jesús así me habló: “Tu sola preocupación debe ser amarme. Ya no te preocupes más por tus pecados. No trabajes para ser una santa, déjamelo a Mí eso. Yo te haré santa. Tu sola preocupación es la de amarme. Cree firmemente que Yo te amo también. De este modo recibirás mis gracias y en todo momento tu alma estará llena de alegría”. (Sor Natalia Magdolna) Y Dios me dio a conocer una sola y única cosa que a sus ojos tiene el valor infinito, y éste es el amor de Dios, amor, amor y una vez más amor, y con un acto de amor puro de Dios nada puede compararse. Oh, qué inefables favores Dios concede al alma que lo ama sinceramente. Oh, felices las almas que ya aquí en la tierra gozan de sus particulares favores, y éstas son las almas pequeñas y humildes. (Santa Faustina Kowalska) Dijo Jesús a María Valtorta: "Si temer al Señor es sabiduría y huir del mal es inteligencia, ¿qué será amar al Señor con todas las potencias del ser? Será perfección de sabiduría y de inteligencia, porque el amor es lo que depura las potencias del ánimo al punto de llevar, como consecuencia, a la perfección en todos los ámbitos. Quien ama ha conocido la verdadera sabiduría, en medida que no puede ser aumentada porque es perfecta. El amor le instruye para comprender y le conduce a obedecer, el amor le preserva del mal, el amor le hace volar en el camino del Bien. El amor, el santo amor que Dios ha querido como su principal atributo -Dios amor- es la ciencia de las ciencias porque os hace maestros en la ciencia que da Vida: la ciencia de conocer a Dios. Quien ama posee la verdadera inteligencia. Dios no se separa de quien lo ama. Ahora, si Dios está con vosotros, poseéis a la Inteligencia misma, y Ella os comunica sus luces, así como la llama encerrada en un cristal transluce y calienta fuera. Y Dios es llama que vive en vosotros cuando le amáis. Vuestra naturaleza humana se deifica con el contacto. El hombre, animal dotado de razón, cae como crisálida de mariposa y entra en su lugar el verdadero superhombre que no es como lo cree el mundo: un pobre soberbio lleno de errores y de vanidad, sino un ser que, sin ser aún un ángel y no siendo ya hombre, tiene las luchas del hombre que dan el mérito y la libertad de los espíritus sobre el sentido, la luminosidad y la clarividencia, por la que se descubre la Verdad y aparece Dios -Padre y Señor- en su supraesencial Belleza. Bienaventurados los que aman a Dios. Siete veces bienaventurados porque su amor es el compendio de toda hambre, de toda sed mística, de todas las virtudes, de cada cosa, y obtiene para ellos el premio prometido a los mencionados en el sermón de la montaña. Bienaventurados porque desde la tierra ven, gozan de Dios, anticipo de la extasiante, eterna visión, que será su vida futura y que les espera en el Cielo". Saber más sobre la Obra de María Valtorta - CLIC AQUÍ Y Jesús en el Evangelio nos dice: Jn 14, 15: Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Jn 15, 10: Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Mc 12, 28-34: Se acercó uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?» Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas. Y nos dice la Santísima Virgen en San Nicolás, Argentina: 9-4-88 (Intención de la Novena del 17 al 25) 1390 En este mes, sea vuestra Novena, para agradecer a Dios, tantas Bondades. Es hora ya que los hombres le den a Dios, lo que Dios espera de los hombres: amor. Nada os detenga hijos míos y marchad hacia el Señor; Yo os sostendré. Amén, amén. (¿Cómo podemos hacer un sencillo acto de amor? Clic aquí). Jesús nos dice a cada uno de nosotros: "ÁMAME TAL COMO ERES" Conozco tu pobreza, conozco las luchas y preocupaciones de tu alma, la fragilidad y las enfermedades de tu cuerpo; conozco tu cobardía, tus desfallecimientos. Pero a pesar de todo te digo: DAME TU CORAZÓN, ÁMAME TAL COMO ERES. Si esperas ser perfecto para amar, no me amarás jamás. Aún cuando caigas a menudo en las mismas faltas que quisieras no cometer nunca, aún cuando fueras cobarde en la práctica de la virtud, NO ME NIEGUES TU AMOR. Ámame tal como eres, a cada instante y en cualquier situación en que te encuentres: en el fervor o en la aridez espiritual, en la felicidad y hasta en la misma infelicidad. Ámame, tal como eres. QUIERO EL AMOR DE TU CORAZÓN HUMILDE. Si para amarme esperas ser perfecto no me amarías nunca. ¿No podría Yo hacer que cada grano de arena sea un ser radiante, lleno de pureza, de nobleza y de amor? ¿No podría Yo, con el menor designo de mi voluntad, hacer surgir de la nada miles de santos, mil veces más perfectos y más encendidos en amor que los que he creado? ¿No soy Yo, el Omnipotente? ¿Y si quisiera dejar para siempre en la nada a estos seres maravillosos, y preferir, a ellos, tu amor? Hijo Mío, DÉJAME QUE TE AME. AMO EN TI HASTA TU MISMA
DEBILIDAD. LO QUE MAS HIERE MI CORAZÓN ES
VERTE DUDAR, CARECER DE MI CONFIANZA, Y RECHAZAR MI AMOR. Jesús.
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